Formación
pedagógica del profesor universitario
La formación
pedagógica del profesor universitario es la incorporación de nuevas prácticas
teóricas, metodológicas, desempeño, la relación del profesor universitario con
los estudiantes, para llevar a cabo todos aquellos procesos de
aprendizaje. Mediante pasos sistematizados con el fin de que el profesor
universitario pueda transmitir a los estudiantes las diversas acciones de
aprendizaje.
Por lo tanto
debe de ser un proceso integral que tiende a la construcción y apropiación de
crítica de las herramientas conceptuales y metodológicas para el desempeño
profesional.
Por otra
parte, la comisión conceptualiza la formación pedagógica como la inclusión de
varios elementos integrales de la formación pedagógica que “Incluye el conjunto
de saberes orientados a conocer, comprender y participar críticamente de los
procesos de enseñanza y de aprendizaje que se desarrollan en los diferentes
contextos y niveles educativos”. (Comisión Asociación Nacional de Facultades de
Humanidades y Educación, 2011). Por lo descrito anteriormente es evidente que
la formación pedagógica del profesor universitario debe de estar dirigido a
desarrollar una sólida formación humanística.
Asimismo, se
requiere del dominio de marcos interpretativos, valorativos, análisis,
comprensión y participación de la cultura mediante el tiempo y del contexto
como parte de la formación del profesor universitario, por lo que requiere
también de otros elementos necesarios de la formación pedagógica que refiera la
comisión que,
“Está
dirigida al dominio de saberes referidos a los marcos sociopolíticos educativos
e institucionales, problemáticas curriculares, procesos de enseñanza y
aprendizaje y los sujetos participantes. Incluye a la investigación educativa
entendida como una práctica de indagación y reflexión transformadora desde
diversos enfoques y perspectivas teóricas y metodológicas”. (Comisión
Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación, 2011).
Por lo tanto, la formación pedagógica debe
de ir más allá del dominio de los saberes por parte de los profesores
universitarios en cada uno de los marcos sociopolíticos educativos que
deberán de contribuir en el desarrollo de los procesos de aprendizaje.
Al mismo tiempo, se deberá tener
presente que mediante los procesos de investigación por parte de los profesores
universitarios, se podrán dar aportes significativos a la transformación
de las perspectivas teóricas y metodológicas.
En efecto, la
formación pedagógica del profesor universitario conllevara a la calidad
educativa del nivel de educación superior por lo que Orozco explica que la
formación del profesor universitario se debe darle importancia de,
“La preocupación por
formar al docente universitario, si bien no es nueva, no se ha trabajado con la
profundidad suficiente, salvo algunos estudios o esfuerzos que no son
comparables frente a toda la producción académica general en el campo de la
educación”. (Orozco, 2010, pág. 21).
Así pues, la formación del profesor
universitario es importante ya que adquiere distintos conocimientos que le
servirán para poder desempeñarse en los diferentes cursos o asignaturas que
imparte con la profundidad suficiente.
Como se
menciona anteriormente, no se le ha dado una mayor importancia dentro del campo
de la educación ya que es importante destacar que solo a veces se habla de la
formación inicial; sin embargo se debe de promover una formación pedagógica
continua y permanente que contribuirá en el desarrollo óptimo de la educación
universitaria.
Igualmente
parafraseando a Orozco, (2010), explica que es importante destacar la labor que
realiza el profesor universitario ya que su trabajo debe de implicar una serie
de acciones educativas para el logro de los aprendizajes efectivos en los
estudiantes, como lo son los distintos conocimientos avanzados y destrezas a
desarrollar por lo que requiere que el profesor universitario pueda ser parte
de todos aquellos cambios y trasformaciones que mejoren el desarrollo profesional
y específico al momento de participar en todas aquellas formaciones pedagógicas
continuas y permanentes que contribuirán con su desarrollo profesional.
Al hablar de
la formación inicial de profesor universitario debe de constituir como parte de
la legislación de un país, sin embargo según la dirección de educación explica
que,
“La mejora de la práctica de la
formación inicial, el establecimiento de ayudas para nuevos docentes y la
creación de unas condiciones de trabajo adecuadas son indiscutiblemente
cuestiones decisivas para evitar que los docentes abandonen la profesión
durante los primeros años de su de su carrera”. (Dirección General de Educación
y Cultura, 2006, pág. 18)
Por lo
anterior, es evidente que la formación pedagógica inicial de los profesores
universitarios contribuirá a que no puedan abandonar la profesión como
profesor universitario y el desempeño que realizan con los estudiantes,
sin embargo la formación pedagógica inicial contribuye en un mínima parte
ya que los procesos de formación pedagógica deberán estar encaminados de
manera más comprometida con la sociedad.
Sin embargo,
la comisión resalta el poco aporte que transmite una formación pedagógica
inicial ya que menciona a “La formación pedagógica inicial no puede
dotar al profesorado de todo el conocimiento y las destrezas que necesitarán a
la hora de enfrentarse a ciertos aspectos de su futura profesión”. (Comisión
Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación, 2011, pág. 19).
Por lo
descrito es evidente que la formación inicial no contribuye de manera
óptima a los diferentes saberes y conocimientos que desempeñara el profesor
universitario por lo tanto se necesita de una formación que vaya más allá de
una integración de todos los conocimientos y destrezas.
Además, la
formación pedagógica inicial responde de una manera mucho más lenta a los
nuevos roles y tareas que se enfrenta el profesor universitario en la
actualidad y en el contexto donde se encuentra por lo tanto durante los
procesos de la formación pedagógica inicial es evidente que en los procesos de
la formación pedagógica inicial es complicado en el caso de los cursos,
asignaturas o módulos que se realicen frente a algo mucho más integrador
como la formación continua del profesor universitario.
Al
mismo tiempo parafraseando a la (Comisión Asociación Nacional de
Facultades de Humanidades y Educación), (2011) explica que es importante
diferenciar que la formación pedagógica inicial que es la fase final de cuantificación
y la formación continua se dirige a otras etapas diversas que están vinculada
con el desarrollo profesional continuo que de alguna manera deben de
corresponder a las políticas que tenga un país.
Sin embargo, la historia y adversidades que
enfrenta Guatemala, no es posible tratar el tema a profundidad en tal caso la
universidad de San Carlos de Guatemala y los centros universitarios
deben tomar la iniciativa por darle solución a la mejora de la formación
pedagógica de los profesores universitarios por lo que en los
países europeos que están desarrollados lo han sometido al debate y
reflexión para la solución y mejora del país en dirección a un proceso mucho
más óptimo y continuo.
En efecto, la
formación pedagógica inicial del profesor universitario va encaminado a
responder las diversas necesidades y las demandas de la sociedad actual, como
pueden destacarse algunos elementos de la formación pedagógica integral como
talleres, nuevos métodos de aprendizaje, escenarios y medios para llevar
adelante todos los procesos de educación en el que participe el profesor
universitario.
Así pues,
la formación inicial adecuada en las universidades contribuirá de alguna
manera al desarrollo profesional inicial de los profesores universitarios,
adentrarse en el seguimiento de una formación pedagógica continua, permanente y
de una manera mucho más integrador. Como aseguramiento a la calidad de la
mejora del desarrollo del trabajo profesional por los profesores universitarios
que realicen con los estudiantes que se desempeñaran en su futura profesión.
Por otro lado,
al hablar de la formación pedagógica continua, puede entenderse como la
adecuación de todo aquello que permita enriquecer los conocimientos y
habilidades que son de base de su profesión futura para ello refiere que, “La
oferta de la formación continua suele ser más flexible y orientada a la
demanda, y por tanto, puede adaptar con rapidez su contenido a las nuevas
exigencias”. (Dirección General de Educación y Cultura, 2006).
Por lo
anterior, es evidente que la formación pedagógica continua debe de conllevar a
un desarrollo más integrador en conocimientos, destrezas y demandas a las nuevas
exigencias de la sociedad; por lo tanto es importante que la formación continua
brinde las oportunidades de desarrollo a los profesores universitarios, al mismo
tiempo debe de conllevar a una reforma educativa universitaria.
Por lo tanto,
la formación pedagógica continua necesita de un compromiso para los
profesores universitarios ya que como lo explica Fortea “Finalmente, el aumento
de la calidad de la docencia demandará una formación pedagógica obligatoria
para todo aquel profesor que quiera impartir docencia en la
universidad” (Fortea, 2005, pág. 62), es evidente que con los procesos de
formación pedagógica continua se necesita que los profesores universitarios
puedan tener una formación pedagógica continua de manera obligatoria para tener
el derecho de impartir los cursos y desempeñarse como profesor universitario.
Por su parte
con relación a la formación pedagógica continua Rodríguez refiere que,
“La
necesidad de la formación inicial y continua, la trasmisión de conocimiento
especializado para la toma de decisiones acerca de las intervenciones a
realizar en el sistema educativo, junto al reconocimiento social y la demanda
de la educación, son aspectos vinculados a la necesidad de que los
especialistas en funciones pedagógicas se han considerados como profesionales,
en conjunción a con la función pedagógica como actividad profesional y de los
especialistas que la ejercen como profesionales de la
educación” (Rodriguez, 2000, pág. 97)
Es evidente,
que dentro de la formación pedagógica continua se requiere de una adecuada
transmisión de conocimientos especializados en la toma de decisiones que deben
de realizarse dentro del propio sistema educativo y las diversas demandas de la
educación de acuerdo a las diversas necesidades de la población.
Al mismo
tiempo, se requiere que los profesores universitarios puedan tomar los
elementos anteriormente descritos para la mejora de la formación pedagógica de
los profesores universitarios dentro de los diferentes procesos de la formación
pedagógica continua, con el fin de incidir en la calidad didáctica.
Elaborado por:
Msc. Rony Oswely Sapón Batz.
25/junio/2017
Referencias Bibliográficas
Comisión
Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación. (6 y 7 de abril
de 2011). Lineamientos básicos sobre formación docente de profesores universitarios. Recuperado
el 2 de mayo de 2016, de
http://www.anfhe.org.ar/archivos/lineas_trabajo/documento_comision_mixta%20anfhe-cucen.pdf.
Orozco,
G. (2010). La Formación y el desarrollo profesional docente (1era.
ed.). Bogotá, Colombia: CMYK Diseños e Impresos.
Dirección
General de Educación y Cultura. (2006). La profesión docente en Europa:
Perfil tendencias y problemática (1era. ed.). Madrid, España:
Secretaria General Técnica.
Fortea,
M. (2005). Hacia una docencia de calidad: Políticas y experiencias (1era.
ed.). Castellón de la Plana Valencia, España: Publicacions de la Universitat de
Jaume I.
Rodríguez,
J. (2013). Una mirada a la pedagogía tradicional y humanista. Presencia
Universitaria, III(5), 36-39. Recuperado el 13 de Abril de 2016, de http://eprints.uanl.mx/3681/1/Una_mirada_a_la_pedagog%C3%ADa_tradicional__y_humanista.pdf